Por Luisa Robledo
Si nos damos cuenta hoy en día la educación del país ha mejorado en varios aspectos, algunas universidades ya optan por formar un profesional integral basado en distintas áreas del conocimiento y lo más importante, que esté acorde con los avances, con la tecnología y con las necesidades que se van presentando en el entorno. Pero a su vez detectamos ese pensamiento retrograda de muchas instituciones de educación superior donde el conocimiento es aquel que va ligado netamente a la ciencia y no a las otras áreas del saber, como por ejemplo las ciencias sociales.
Si
bien es cierto muchas empresas han visto la necesidad de un gestor
comunicacional que se encargue de mantener en funcionamiento la imagen de las
empresas, las relaciones públicas con los clientes, el contacto directo con los
empleados. Las empresas ya son radicales al pensar que si no hay una buena imagen
no se puede ofrecer un buen servicio, se necesita generar conciencia en las
personas y proyectar unas estrategias directas para lograr el éxito en las
compañías y esto se empieza a forjar desde la academia.
Para
nadie es un secreto que estamos inmersos en un mundo donde la tecnología es una
herramienta fundamental en el papel de quienes manejan a diario la imagen de
empresas, los nuevos estudios de mercadeo incluyen la opinión e interacción de
sus usuarios por redes sociales, muchos negocios se hacen por medio del mundo
virtual. Somos una sociedad que pasa de lo mecánico a lo ciber- didáctico. Por eso hay que creer en una educación basada
en los avances de la sociedad futurista, si bien es cierto: Todo enfoca a que
seremos dependientes de la internet.
En
Colombia son muchas las instituciones que desde la academia se están
preocupando por preparar a los
profesionales para afrontar estos nuevos retos que nos competen como
comunicadores. ¿Pero estamos siendo conscientes de nuestro público objetivo, y
de las estrategias a utilizar dependiendo el tipo de público?
Nos
falta mucha más cultura en el tema digital, romper el esquema de que el uso de
la internet y las redes sociales son para el público joven. Generar una
interacción con el cliente, mirar más allá de lo que él quiere ver, lograr
generar una reacción positiva en nuestro público. Eso lo logramos si como
ciudadanos, como profesionales y como personas le damos el uso correcto a estas
herramientas. Vamos por buen camino, logrando espacios de cultura digital pero
tenemos que llegar a la meta. No podemos dejar que la virtualidad sea una
hipótesis, sino una realidad en constante cambio.
Debemos
optar por que desde el mismo colegio nos enseñen a manipular responsablemente
las redes sociales, ya que esta puede ser peligrosa si no se maneja con la
mejor precaución. El tema de reputación online nos ayudaría no solo a las
empresas sino también como personas a cuidar una imagen y saber cómo actuar
frente a situaciones complicadas en la internet.
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